martes, 10 de julio de 2007

Adios al termometro de mercurio

El Pais 10/7/2007

La imagen es recuperable en la memoria de casi todos los que han superado ya la adolescencia. Cuando el aparato rompía contra el suelo, daba inicio un divertido juego: atrapar las escurridizas bolitas de mercurio que habían salido desprendidas al partirse el tubo. Ese entretenimiento, cuestionable por los riesgos nocivos del mercurio para la salud y el medioambiente, no volverá a repetirse en los hogares europeos. La Unión Europea ha dado hoy su visto bueno final a la directiva que prohíbe, de aquí a año y medio, la fabricación de termómetros que contengan ese metal.
El Parlamento Europeo indulta, en cambio, a los de más de 50 años de antigüedad por considerarlos bienes culturales. Los países miembro de la Unión Europea disponen de 18 meses para retirarlos del mercado.
La prohibición de los aparatos con mercurio se enmarca en una estrategia de la UE para erradicar el uso industrial de este metal. La comunidad científica ha advertido de los efectos nocivos del mercurio sobre la salud y el medioambiente.
El mercurio afecta el sistema nervioso y puede dañar nuestra capacidad para oír, hablar, ver, caminar, sentir y pensar. De hecho, mucho antes de que conociéramos los hechos científicos que confirmaron la toxicidad de este metal pesado ya había evidencia de que el envenenamiento por mercurio producía daño neurológico.